lunes, 24 de octubre de 2011

El protocolo como instrumento necesario para el correcto funcionamiento dentro de las Relaciones Públicas

Típico, te encontrabas en una cena muy importante para tu carrera y haces algo que inocentemente creías que era normal, pero en realidad la gente sólo te mira, tú por otro lado, te quedas pensando ¿Qué es lo que hice mal? Aún no lo sabes, pero lo que sí tienes muy claro es que tienes la sensación de querer ser tragado por la tierra.

Ahora lo que tú tenías planeado (hacer excelentes relaciones públicas) no será tan sencillo de conseguir. Después te das cuenta de acababas de romper una regla de protocolo social (no saludaste apropiadamente a un inversionista extranjero) y que tu actuación no fue muy bien vista.

Es normal que en situaciones ajenas o no tan comunes a uno no se sepa cómo actuar, sin embargo, es necesario primero informarse (sobretodo en el protocolo de eventos importantes) cual es el proceder.

Se tiene la creencia que el protocolo es solo para las personas que están involucradas en asuntos políticos o diplomáticos, y no siempre es el caso. En los negocios, en eventos formales o en el trabajo es importante distinguir qué, cómo y cuándo seguir un protocolo.

Si seguimos esos cuatro principios básicos (Qué, cómo, cuándo y dónde) en un protocolo, no habrá ningún problema. Un protocolo empieza desde el momento de la comunicación, si yo mismo no me informo del proceder en ciertos eventos, no sabré con exactitud lo que se deberá de hacer arriesgando mi propia persona a quedar en una situación no deseable.

“La comunicación externa y por lo tanto sus responsables deben estar íntimamente ligados con las personas responsables del protocolo de la empresa así como de los encargados de las relaciones públicas pues este trío de competencias llevan el peso principal de la imagen de la empresa. El protocolo propiamente dicho tiene una particular importancia para la entidad o empresa y también para los propios empleados porque todos deben adecuarse en sus comportamientos a las exigencias de la vida pública y social”. (Candelas, 2009)

Esto no quiere decir que el protocolo no sea flexible, es claro que dependiendo de la naturaleza de la situación, el protocolo deberá de adecuarse.

El reto que tiene el protocolo dentro de las Relaciones Públicas es que un profesional de la Relaciones Públicas debe instruirse dentro del entorno local en el cual aplicará su programa porque así logrará que exista la participación y comunicación entre la organización y sus públicos.

Por lo tanto, todas las acciones que se hacen bajo su nombre, como puede ser el patrocinio y exposiciones, así como todos los sucesos sociales de formación revistas y memorias etc, son unos excelentes conductos; que aunque no son exclusivos de las relaciones públicas, deben ser usados por estos para lograr sus objetivos.

Así que ahora podrás darte cuenta que seguir un protocolo de acuerdo a cada tipo de evento es de suma importancia, ya que nadie quiere quedar mal, y menos cuando puedes convertirte en el centro de atención como le sucedió al presidente Obama cuando no siguió el protocolo al visitar a la Reina Isabel II.

Bibliografía
Candelas, L. S. (21 de Abril de 2009). Protocolo.org. Recuperado el 24 de Octubre de 2011, de La comunicación y el protocolo como instrumento de la sociedad: las relaciones públicas y el protocolo del Ministerio de Defensa: http://www.protocolo.org/social/protocolo_y_etiqueta_social/la_comunicacion_y_el_protocolo como_instrumento_de_la_sociedad_las_relaciones_publicas_y_el_protocolo_del_ministerio_de_defensa.html

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